Ciencia y arte: la construcción del espacio pictórico
Seminario interdisciplinar dirigido a profesionales y alumnos de Ciencias y Humanidades.
Coord. Miguel Ángel Zalama (Dpto. Historia del Arte. UVa).
Valladolid, Casa de Colón. Días 3, 10, 17 y 24 de abril de 2008
Consecuencia de la cada vez mayor especialización de las diferentes áreas de conocimiento es la considerable ignorancia de las demás disciplinas. La atomización de los departamentos universitarios y la continua revisión y creación de titulaciones supone el creciente desconocimiento de otras materias, algo que no debería existir en el ámbito universitario, pero que parece acrecentarse a un ritmo imparable. Frente a esto, se plantea este curso como punto de encuentro entre dos disciplinas en apariencia totalmente distantes, y diferentes, como son las Matemáticas y la Historia del Arte. Y hay que resaltar lo de en apariencia, pues si bien es verdad que hoy han perdido la conexión, históricamente estuvieron estrechamente unidas.
Algunos artistas, como Alberti, Piero della Francesca, Leonardo o Durero, escribieron sobre Aritmética y Geometría, y no fueron meras notas sino sesudos tratados. Cabría pensar que querían cambiar de “trabajo”, pero en realidad lo que buscaban era fundamentar científicamente el suyo. Un cuadro, o una pared, o una hoja de papel donde se muestra un proyecto arquitectónico, sólo tienen dos dimensiones, pero entendido el arte como mimesis desde Platón, era necesario encontrar el sistema mediante el cual se pudiera llevar la tercera dimensión al plano.
Sabemos muy poco de cómo hicieron esto en la Antigüedad, pero consiguieron dar el aspecto de tercera dimensión. La Edad Media se despreocupó en buena medida del problema al primar en su interés la representación simbólica del Mundo. Fue con la llegada del Renacimiento cuando se llegó a “inventar” una forma de ver: la perspectiva artificialis, o la perspectiva del pintor. Basada en el corte plano de la pirámide visual y con un único punto de fuga, en realidad esto no era nuevo; sí lo era la introducción de principios geométricos, ópticos, a la hora de fijar el punto de distancia, o lo que es lo mismo la forma científica de establecer el corte de las ortogonales.
El esfuerzo de los artistas fue gigantesco. Había que aprender a hacerlo y convencer de que esa, y no otra, era la forma correcta de ver una obra de arte, pues era uno de los fundamentos que esgrimían para su inclusión entre las Artes Liberales. Para que las artes, tradicionalmente entendidas como mera habilidad, pasaran a ser consideradas liberales necesitaban de la Aritmética y la Geometría, con lo que es imposible entender la creatividad artística sin el concurso de la ciencia.