Cartel
El congreso Rostros del Poder. Fiesta y Coleccionismo en la Europa de los Habsburgo, dirigido por Fernando Checa Cremades (Universidad Complutense de Madrid, miembro del GIR Arte, Poder y Sociedad en la Edad Moderna), Víctor Mínguez Cornelles (Universitat Jaume I de Castellón, coordinador del grupo de investigación Iconografía e Historia del Arte) y Miguel Ángel Zalama Rodríguez (Universidad de Valladolid, coordinador del GIR Arte, Poder y Sociedad en la Edad Moderna), ha tenido lugar en Toledo los días 22 a 24 de junio. Entre los participantes, han intervenido algunos componentes del GIR que han dado a conocer sus investigaciones sobre diversos aspectos del arte cortesano.
El día 22 de junio intervinieron Fernando Checa, con la ponencia titulada “Ideas y proyectos para el estudio del coleccionismo artístico de la Casa de Austria en el siglo XVI”, quien se centró especialmente en las entregas realizadas por Felipe II al conjunto de El Escorial; así como Matteo Mancini quien habló sobre “El felicísimo viaje de Tiziano y Leone Leoni”, y las conexiones entre ambos autores en el contexto del viaje del príncipe Felipe a sus dominios europeos.
El día 23, fue el turno de Miguel Ángel Zalama y su ponencia “Esplendor de los tapices en la corte al finalizar el siglo XVI: su función ceremonial”, donde desgranó el uso de las tapicerías en algunas de las ceremonias que se llevaron a cabo en el alcázar de Madrid; Jesús F. Pascual, con su trabajo “El viaje de Felipe II a Inglaterra y su matrimonio con María Tudor: la imagen al servicio del poder”, quien se centró especialmente en la serie de tapices de La Empresa de Túnez; Concepción Porras, quien trató el tema de “Felipe II rey de Portugal. Propaganda, fiesta y cautela”, mostrando cómo se enmascaró mediante la fiesta el aspecto militar de la visita de Felipe II a Lisboa; y María José Martínez Ruiz, que disertó sobre “Hearst Castle: el afán de imitar y reinventar la escenografía de poder de las antiguas cortes europeas”, mostrando cómo el magnate norteamericano reconstruyó en su castillo el ambiente del lujo y la magnificencia que fuera propio de las cortes del siglo XVI.